Ser propietario de una vivienda es uno de los grandes logros en la vida por los que la mayoría de nosotros luchamos. Poseer una propiedad nos proporciona raíces, equilibrio en nuestras vidas y un lugar cálido y estable para nuestras familias. Pero a veces, las dificultades financieras pueden poner todo eso en peligro y el sueño por el que ha trabajado con tanta diligencia parece escurrirse entre los dedos como la arena. Cuando se pierde una vivienda por dificultades económicas, no sólo se pierde el patrimonio, sino también la seguridad y el legado que se ha construido para las generaciones futuras.
La vida a menudo nos plantea retos, y por suerte hay muchas opciones que podemos explorar cuando nos enfrentamos a una dificultad financiera como no poder pagar la hipoteca. Así que, ya sea por una reciente pérdida de empleo, una crisis médica inesperada u otro acontecimiento que te cambie la vida, el primer paso que debes dar es saber que existen recursos para ayudarte cuando todo lo demás parece perdido.
Qué hacer en caso de emergencia
Trabaje con su compañía hipotecaria: A ellos les gusta cobrar su hipoteca tanto como a usted vivir en su casa. Independientemente de lo que pueda estar sintiendo en este momento, es en su mejor interés para construir un plan con usted en lugar de comenzar la ejecución hipotecaria. Sólo recuerde, los bancos prefieren obtener dinero por las hipotecas que tratar de vender las casas embargadas.
Hábleles de sus dificultades y de por qué no puede hacer frente al pago. Asimismo, comente con su administrador hipotecario si su dificultad es temporal o permanente, hable con él sobre su presupuesto y un calendario para cualquier plan que pueda tener para revertir la situación. Lo más probable es que tengan una serie de soluciones que le ayudarán a superar esta dificultad que le beneficiará.
Consulte otros recursos: El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano también tiene programas fuera de su institución crediticia que están diseñados para ayudarle. Hable con ellos sobre las opciones que podrían ofrecerle en cuanto a programas de asistencia u otro tipo de ayuda. Si desea un asesoramiento aún más personalizado, puede ponerse en contacto con la línea directa HOPE, que trabaja con el HUD para responder a sus preguntas y facilitarle información sobre sus opciones.
Actúa: Algunas de las opciones que tiene a su disposición a través de su prestamista son la refinanciación de su préstamo a un tipo de interés más asequible. Los tipos porcentuales se encuentran en un mínimo histórico en estos momentos, y el capital que tiene en su vivienda puede ayudarle mucho a reducir sus pagos y a conseguir una situación mejor. Puede hablar con su administrador hipotecario sobre la posibilidad de obtener una modificación del préstamo, la venta al descubierto de su vivienda, una segunda hipoteca o incluso la obtención de un préstamo personal. Si una solución a corto plazo le va a ayudar mucho, considere la posibilidad de obtener un préstamo en efectivo a corto plazo o un préstamo sobre el título de su vehículo. Los tipos de interés suelen ser muy elevados, pero buscar en su zona suele dar buenos resultados.
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