La familia media estadounidense gasta más de $3.000 al año en salir a comer fuera. Lo creas o no, la comida suele ser el gasto en el que más se excede la gente, y normalmente es el mayor gasto que tiene la gente aparte de la hipoteca. Si ha estado buscando una manera de exprimir más ahorros de su presupuesto, su factura de comida es un gran lugar para empezar, y la planificación de comidas es una manera inteligente de sacar el máximo provecho de su presupuesto de alimentos. La clave está en elegir recetas que compartan ingredientes, de modo que utilices lo que compras y no quede nada pudriéndose en el fondo de la nevera porque olvidaste incluirlo en tu plan de comidas. Planificar las comidas no es difícil, pero si no estás seguro de cómo empezar o de cómo sería exactamente tu vida si la planificación de las comidas fuera la norma, tenemos algunos consejos para ponerte en marcha y hacer de la planificación de las comidas tu nueva forma de vida.
- Fíjese un objetivo presupuestario. Como la idea es ahorrar dinero en la factura de la comida, empieza por hacer un inventario de lo que gastaste el mes pasado en comida (comestibles y comidas fuera) y ponte como reto reducir esa cantidad a la mitad. Puede que después de un mes de planificación descubras que puedes recortar aún más, pero éste es un buen punto de partida.
- Planifique sus comidas con antelación. Planificar las comidas no significa que tengas que pasar horas buscando recetas en Internet o esclavizándote en la cocina cada noche. Una planificación eficaz de las comidas te ahorrará tiempo y dinero, además de aliviar el estrés de la preparación diaria de las comidas. Al planificar las comidas de la semana, sabrás exactamente lo que vas a cenar, y tu familia también. La planificación por adelantado también le permite comprar los ingredientes con antelación, lo que significa menos viajes a la tienda de comestibles durante la semana.
- Aproveche las rebajas. Como la mayoría de las circulares de los supermercados salen a mediados de semana, puedes pasar a recoger una para aprovechar al máximo la compra. Utiliza la circular y prepara tus comidas para la semana siguiente basándote en lo que está de oferta. Si tienes cupones para esos productos en oferta, maximizarás tus ahorros.
- Haz una encuesta. Haz que tu familia participe en la planificación de las comidas preguntándoles qué les gusta comer. Si tu grupo sabe que sus comidas favoritas están en el menú, será mucho más probable que estén de acuerdo con tu plan de comidas y puede que incluso te sorprendan ofreciéndote su ayuda para llevarlas a la mesa.
- Utiliza recetas sencillas. Una vez que sepas qué hay de oferta en la tienda durante la semana, busca recetas que no requieran mucho trabajo. La sencillez no tiene por qué ser sinónimo de aburrimiento; prueba a utilizar una especia que no uses a menudo o a incorporar hierbas frescas para dar a un plato estándar un nuevo y sabroso perfil. Si hay una receta favorita de mamá o la abuela, toma ese clásico y dale tu propio giro. Si necesitas una buena fuente de recetas clásicas americanas, visita BettyCrocker.com, GoodHousekeeping.com o TasteofHome.com.
- Utiliza comidas con ingredientes comunes. Cuando planifiques las comidas, intenta comprar ingredientes que sirvan para más de una comida. Esto le permitirá comprar mayores cantidades, lo que puede resultar menos caro que comprar sólo lo suficiente para una comida. Si piensas hacer tacos, lasaña y hamburguesas en la misma semana, el paquete de dos kilos de carne picada puede ser la mejor compra; puedes dividirlo y guardar cada sección en una bolsa de plástico con cremallera y descongelar cuando sea necesario.
- Responsabilízate de tus actos. Si te comprometes a planificar las comidas y a no gastar dinero en comida fuera de casa, mantén tu decisión. Ignora el camión de comida de la puerta de tu oficina y haz como si esos restaurantes de comida rápida no estuvieran de camino a casa. Si no estás seguro de poder hacerlo, búscate un compañero que te rinda cuentas. Sé transparente e inténtalo de verdad durante al menos un mes o dos, y puede que te sorprenda el ahorro.
- No pierdas de vista tu objetivo. Empezamos sugiriéndote que te retaras a gastar sólo la mitad de lo que gastabas antes de empezar a planificar las comidas, pero puedes ir un paso más allá. Decide a qué vas a destinar esos ahorros (al pago de deudas, a una excursión familiar, a un día de spa, a un regalo especial para alguien, a una mejora del hogar) y recuérdate a ti mismo este doble objetivo cada vez que sientas la tentación de romper tu compromiso con la planificación de las comidas.