No hay mucha gente que tenga ganas de mudarse; es un proceso complicado en el que hay que empaquetar, limpiar, perder cosas y volver a encontrarlas en el nuevo lugar. Si se trata de un cambio importante, como una mudanza al otro lado del país, todo el proceso puede resultar intimidante, frustrante e incluso aterrador. Veamos algunas formas de hacer que el proceso de mudanza sea un poco más llevadero y de reducir el proceso orgánicamente costoso de la mudanza.
1. Purga antes de hacer la maleta. ¿Realmente necesitas un abrigo pesado si te mudas a Florida? Probablemente no. Antes de empezar a meter cosas en cajas, haga inventario de lo que tiene y de lo que podría no necesitar en su nueva ubicación. Una de las ventajas de mudarse es deshacerse de las cosas que ya no necesita y que no hacen más que ocupar espacio en el armario, la cómoda o debajo de la cama. Dona tu ropa a un refugio, a una organización sin ánimo de lucro o ponla en consignación y te pagarán cuando se venda. Algunas tiendas de consignación te pagarán por adelantado por tus prendas en buen estado. ¡Dinero para el viaje!
2. Aproveche los descuentos de las empresas de alquiler de camiones. Consulte a las empresas locales de alquiler de camiones (¡siempre hay más de una!) para ver quién ofrece un descuento. Si no es la empresa que desea utilizar, intente acercarse a la que ha elegido y ver si le igualan el precio de la competencia. (Sugerencia: si quieren su negocio, lo igualarán. Si no lo hacen, es posible que no quiera contratarlos).
3. Si no está seguro de si quiere contratar a una empresa de mudanzas o hacer el trabajo usted mismo, considerar una mudanza "hágalo usted mismo" tiene sus ventajas. En primer lugar, puede ahorrarse mucho dinero alquilando un camión y utilizando los servicios de amigos, familiares o incluso vecinos para cargar y descargar, pero requerirá planificación (y probablemente pizza para sus esforzados amigos). Tendrás que elegir un día en el que todos los que estén dispuestos a ayudar (¡benditos sean!) estén disponibles, y tendrás que estar preparado y listo para salir cuando llegue ese día. Otra ventaja de hacerlo tú mismo es que puedes cargar el camión como quieras, de modo que las cosas que vayas a necesitar inmediatamente se carguen las últimas, para que sean las primeras en salir del camión. (Sugerencia: pon la cama y la ropa de cama en último lugar, y arréglala primero cuando llegues a tu nueva ubicación. Cuando acabe el largo día de carga y descarga, querrás echarte una siesta).
4. Si tiene pensado contratar a un profesional de la mudanza, tómese su tiempo para investigarlo a fondo antes de que el dinero cambie de manos. La Administración Federal de Seguridad de Autotransportes (FMCSA) ofrece excelentes consejos sobre los pasos a seguir a la hora de seleccionar una empresa de mudanzas. Usted querrá saber si la persona encargada de llevar todos sus bienes de un lugar a otro es digna de confianza antes de verla marchar. Por mucho (o poco) que gaste en una empresa de mudanzas, no será dinero bien gastado si sus posesiones personales no llegan a su destino, o llegan dañadas o rotas.
5. Si tiene la opción, intente no mudarse en temporada alta. No sólo los precios de las empresas de alquiler de camiones y mudanzas son más altos y los descuentos cada vez más escasos, sino que la demanda de camiones y empresas de mudanzas también es alta. Lo último que quiere es descubrir que no hay camiones ni empresas de mudanzas disponibles cuando planea mudarse. El verano siempre es una época de mucho trabajo, con estudiantes que se marchan a la universidad y familias con niños pequeños que hacen todo lo posible por trasladarse e instalarse antes de que empiece de nuevo el colegio. Si puede, programe su mudanza en torno al ajetreo veraniego, a principios de otoño, y evite los días festivos y los fines de semana.
No olvide que sus gastos de mudanza pueden ser una deducción fiscal, si el motivo de su traslado gira en torno a un nuevo trabajo. También puedes ver si la empresa que te contrata se hace cargo de tus gastos de mudanza, o al menos te ayuda a pagarlos. Lo mejor es negociarlo antes de aceptar el trabajo y dejarlo por escrito, para asegurarte de que no haya preguntas después, cuando presentes los recibos para el reembolso.