Los millennials experimentan cada vez más su crisis vital entre los 25 y los 33 años, hasta el punto de que la situación se ha bautizado como "Quarter Life Crisis". Los síntomas de esta crisis incluyen una sensación de estar atrapados, sentirse desconectados de las personas y situaciones que les rodean, y una sensación general de fracaso. Los millennials que experimentan la crisis del cuarto de vida tienden a sentirse dejados atrás por sus compañeros, sin dinero o retrasados en su carrera profesional cuando llegan a los 30 años. Si esto describe por lo que estás pasando, debes saber que no estás solo y que hay una manera de superarlo.
Dudar de si estás siguiendo el camino correcto en tu carrera o haciendo lo correcto con tu dinero es normal. Parte de la solución para superar este momento de tu vida es determinar cómo puedes utilizar esa duda para hacer un cambio positivo y, si de hecho estás atrasado, volver a donde necesitas estar. Otra clave para superar la crisis del cuarto de vida es dejar de compararse con los demás. Con demasiada frecuencia, los Millennials comparan sus logros (o la falta de ellos) con los de sus padres, hermanos mayores o personas que llevan más tiempo trabajando. No compares tus comienzos con la mitad de la vida de otra persona. Cada persona tiene su propio camino, y el tuyo no será exactamente igual al de los demás. Sé paciente contigo mismo, no te juzgues con demasiada dureza ni te compares con los demás; céntrate en tus puntos fuertes.
La trayectoria profesional tradicional ha cambiado en las últimas décadas, ya no se parece a subir una escalera hacia un objetivo específico. Hoy en día, es más probable que la trayectoria profesional de los millennials implique una serie de giros. Puede que empieces con una licenciatura en Ciencias Políticas y el objetivo de ocupar un cargo público algún día, pero que descubras al empezar a perseguir ese objetivo que encuentras más satisfacción personal, alegría y plenitud dando charlas motivacionales, enseñando o escribiendo. Mientras sigas avanzando y persiguiendo tu pasión, estarás progresando, por mucho que cambies de dirección.
Cuando se trata de evitar una crisis financiera, hay pasos concretos que puedes dar para controlar tu dinero y tener una sensación de control financiero. Tu dinero hará lo que tú le digas que haga, así que adopta un papel proactivo en su gestión:
- Estructurar un presupuesto que cubra las necesidades y le permita vivir bien con menos cosas y seguir teniendo algo de "dinero para divertirse" cada mes.
- Si está casado, considere vivir con un solo ingreso y ahorrando la totalidad o una gran parte de los otros ingresos (¡ES posible!) para la compra de una vivienda, para pagar la deuda de los préstamos estudiantiles o para invertir en tu futuro. Puede que tengas deudas que pagar (¡la mayoría de nosotros las tenemos!), pero tus deudas no no define quién eres así que no dejes que la idea te abrume o te paralice.
- Tómate la vida día a día y celebra cada paso positivo en la dirección correcta.
Por último, ¿por qué no utilizar la crisis del cuarto de vida como llamada a la acción? La realidad es que la vida que quieres cuesta dinero. Eso es cierto para todos nosotros, independientemente de nuestra generación. Dejar las cosas para más tarde no es un buen plan financiero, como tampoco lo es esperar a que un golpe de suerte acabe con las deudas. Evitar una crisis financiera requiere un plan y diligencia para seguirlo. Aprende el valor de retrasar la gratificación y evita las deudas de las tarjetas de crédito como si fueran la peste. Minimizar en la medida de lo posible y si tienes deudas con intereses elevados (léase tarjetas de crédito), consolida esos saldos y págalos con un préstamo con intereses más bajos. Vivir un poco más ajustado ahora puede hacer que vivas a lo grande más adelante, y puede que no necesites tantas cosas materiales como crees para vivir una vida rica.