Empezar en la vida y tomar las decisiones correctas que te ayuden a crecer y a asegurarte un futuro confortable implica dirección y orientación. Para ayudarte a tomar decisiones de gasto inteligentes que darán sus frutos en el futuro y protegerán tus intereses, aquí tienes algunas inversiones que puedes hacer en ti y para ti.
Invierte en tu educación
Ir a la universidad es un compromiso de varios años que cuesta miles de dólares, pero hay pruebas sustanciales de que un título universitario puede tener un impacto significativo y positivo en su futuro financiero y su trayectoria profesional. Según Oficina de Estadísticas LaboralesLas personas con un título universitario ganan una media de $1.137 a la semana, frente a las que sólo tienen un título de secundaria, que ganan una media de $678 a la semana.
Aunque ir a una universidad tradicional de cuatro años es una forma estupenda de invertir en uno mismo, no es la única opción. Hay muchos campos profesionales diferentes y vías educativas que conducen a ellos. Existen escuelas de oficios y programas de certificación y formación para carreras de todo tipo, desde informática y sanidad hasta inmobiliaria y mecánica, que ofrecen la oportunidad de ganarse bien la vida. La clave está en encontrar un campo que te interese e invertir en educación y formación para encaminarte hacia esa carrera.
Crear un fondo de emergencia
Destinar una parte del sueldo a crear un fondo de emergencia debe ser una prioridad. La mayoría de los asesores recomiendan ahorrar seis meses de gastos en una cuenta de ahorros a la que se pueda acceder fácilmente en caso de necesidad, para hacer frente a reparaciones inesperadas de la casa o el coche y a gastos médicos, o para que sirva de colchón en caso de pérdida del empleo. Disponer de un fondo de emergencia evita acumular deudas innecesarias cargando esos gastos sorpresa en tarjetas de crédito con intereses elevados. También proporciona un colchón de alivio al que recurrir en momentos de necesidad o dificultades financieras.
Ahorrar para la jubilación
Nunca es demasiado pronto para ahorrar para la jubilación. Si tu trabajo ofrece un plan 401k o un programa de jubilación similar, no dudes en participar en él. Muchos ofrecen una aportación de la empresa que iguala hasta un porcentaje fijo de lo que inviertas. Es una oportunidad de conseguir dinero gratis. Incluso si no existe un programa de aportaciones paralelas, el dinero que inviertes está antes de impuestos, lo que significa que la parte de tu sueldo que se destina a tu 401k no está sujeta a impuestos. Una cuenta de jubilación individual (IRA) es otra opción para ahorrar para el futuro. Hablar con un asesor financiero para que te ayude a establecer un camino hacia la jubilación también es una buena forma de invertir en tu futuro para tener una orientación financiera.
Comprar una casa
Una de las mayores decisiones financieras que puede tomar una persona es comprar una casa. Ofrece una sensación de orgullo y seguridad, y en lugar de pagar a otra persona un alquiler por usar su casa, te estás pagando a ti mismo por vivir donde estás. Cada vez que paga una hipoteca, está acumulando capital en su vivienda. Con el tiempo, ese crecimiento del patrimonio le llevará a tener una casa pagada sin necesidad de volver a hacer pagos, lo que le dejará con un gran activo en su cartera.
Empezar con buen pie invirtiendo en uno mismo es clave para crear seguridad y planificar el futuro. Si eliges tomar decisiones financieras inteligentes que te compensen más adelante y te protejan de los imprevistos, estarás allanando el camino hacia el éxito financiero.