Aunque ahorrar poco a poco a lo largo del tiempo tiene su gracia, a muchas personas les estimulan los retos de ahorro. Una forma de sentirse realmente realizado es fijarse el objetivo de ahorrar un fondo de emergencia de $1.000 en 90 días. He aquí algunas formas de hacer realidad este sueño.
Planificar
$1.000 en 90 días equivale esencialmente a ahorrar $11 al día, y esto no puede ocurrir por casualidad en la mayoría de las familias. ¿Cuáles son algunas formas de conseguir este dinero y asegurarte de que no se va todo en gastos? Considera estas opciones y piensa en más por ti mismo:
- Prueba a compartir coche u otros negocios paralelos siempre que no tengas que invertir dinero al principio (es decir, comparte coche sólo si ya tienes un coche adecuado en buen estado; no gastes dinero para ganar dinero).
- Haz trabajos de canguro o de mantenimiento doméstico los fines de semana para amigos, vecinos o familiares.
- Pide tareas extra en el trabajo a cambio de más horas o de horas extraordinarias.
- Suprima temporalmente un lujo de su vida (recuerde que el objetivo no es suprimir las cosas que le gustan durante mucho tiempo) o intente adaptar su lujo: si es un gran aficionado a los tentempiés de la máquina expendedora del trabajo, intente comprar un paquete grande de ellos en el supermercado y llévese uno como capricho cada uno o dos días.
- Asegúrese de que cada compra importante se realiza utilizando cupones o rebajas, y compare precios antes de comprar algo.
- Haz limpieza de armarios: si tienes productos secos o enlatados que puedas consumir, puedes ahorrar el dinero que te habrías gastado en esas comidas.
Abrir una cuenta de ahorro de emergencia
Al guardar todo el dinero del fondo de emergencia en una cuenta separada, tendrá muchas menos tentaciones de gastarlo en situaciones que no son realmente emergencias. Con el tiempo, verás lo útil que es saber que el dinero está ahí aunque no decidas gastarlo en un momento dado.
Ponga el plan en marcha
Durante 90 días, la mayoría de nosotros podemos vivir de forma bastante frugal: fíjate si hay cosas pequeñas, como cambiar un poco el aire acondicionado o la calefacción para que tu factura sea más baja. El objetivo no es cambiar toda tu vida para siempre, sino darte cuenta de qué cosas tienen un impacto y cambiarlas temporalmente para llegar a una situación financiera más segura.
Si al cabo de 90 días tienes $1.000, celébralo y felicítate por haber mejorado tu salud financiera. Si al final tienes menos de $1.000, ¡aún tienes un fondo de emergencia! Continúa aumentándolo a un ritmo ligeramente inferior después de los 90 días, utilizando los métodos que hayas probado que sean más sostenibles a largo plazo.